Mensaje para EU, pero no se acaba el Cártel de Sinaloa

Tomás Rojas Madrid

La captura de Ovidio Guzmán Salazar, hijo del Chapo Guzmán, representa un claro mensaje para el Gobierno de Estados Unidos en el sentido de que no hay pacto entre los narcos y la Presidencia de México, aunque la realidad es que esa detención no significa el fin del imperio de los Guzmán y su poderío en la parte occidente del país no se debilita.

El cartel de Sinaloa que ahora controlan los hijos del Chapo, es uno de los más fuertes de México pues el principal líder, ahora confinado en una cárcel de los Estados Unidos, dejó bien cimentada la estructura financiera, dejando miles de millones de dólares en sus arcas, al grado de que la Revista Forbes en algún momento publicó que Joaquín Guzmán era uno de los hombres más ricos del mundo.

El cartel de Sinaloa no es solo un grupo armado que traslada drogas en grandes cantidades hacia la Unión Americana, sino que es una gran empresa con nexos e intereses en casi todo el mundo, y eso representa mucho dinero para nuestro país.

LAS REMESAS

El presidente Andrés Manuel López Obrador, y sus antecesores, entre ellos Enrique Peña, Felipe Calderón, Vicente Fox, y otros, se jactan en decir que las remesas que mandan los mexicanos desde el exterior, mantienen a México con gran estabilidad económica, sin reflexionar, o sin revelar que gran parte de esas remesas vienen con recursos de los cárteles que de ese modo logran lavar el dinero que obtienen de las ventas de las drogas.

De ese modo, el gobierno mexicano tapa el envío del dinero de los carteles de las drogas hacia el país, pues si las remesas sirvieran para elevar el nivel de los mexicanos, esto se vería reflejado en una mejor vida de los habitantes de estados como Michoacán, Guanajuato, Zacatecas, Guerrero, y alguna otra entidad.

El negocio de las drogas es el más rentable en el mundo, y las disputas entre narcos, por el lado de la criminalidad, y las peleas entre las facciones partidistas de la política, son realmente por ese dinero, y no por intentar mejorar la economía de los pobres. Con todo y eso, la captura de Ovidio Guzmán, aseguran los expertos, es solo una “cortina de humo”, ante la llegada del presidente de los Estados Unidos a México.