La Quimera / Protocolos fallidos y letras chiquitas en seguros de usuarios del Metro

Política Electoral      

Alfonso Alejandro Sánchez

Una vez más, el Gobierno de la Ciudad de México, que encabeza Claudia Sheinbaum, corcholata en campaña proselitista que pretende llegar a la Presidencia en el 2024, muestra su incapacidad y deficiencia en los protocolos de seguridad y atención inmediata a las víctimas, en el choque de trenes en el tramo La Raza-Potrero de la línea tres del Sistema de Transporte Colectivo Metro (SCT).

Vamos por partes. Recordemos que, con bombos y platillos, la administración capitalina de la cuarta transformación habría anunciado que el STC Metro contaba con un presupuesto histórico en el 2022, que superaba los recursos destinados para su mantenimiento en la última década.

De acuerdo con el paquete económico, enviado al Congreso capitalino por la Secretaría de Administración y Finanzas, el presupuesto a destinar a la capacitación, modernización y rehabilitación de este medio de transporte ascendería a 18 mil 828 millones de pesos.

Lamentablemente, amigo lector, el trágico accidente de la línea tres del STC Metro que dejó una joven universitaria fallecida y cerca de 60 personas lesionadas, según informes de la administración de Sheinbaum, exhibió la carencia de los servicios médicos y personal para dar atención inmediata, así como las irregularidades del seguro que deben tener los más de 4.5 millones de usuarios que diariamente se transportan en ese medio.

No hay duda, las autoridades reformistas de la compleja CDMX y de la inepta dirección del Metro, que encabeza un oscuro Guillermo Calderón, dejan –por enésima vez- una sombra de desconfianza entre los usuarios, que no sólo cuestionan la calidad de las instalaciones de uno de los transportes públicos más populares de la capital mexicana, sino la protección que ofrece a los pasajeros en sus bienes y personas.  

Hay que recordar, que de acuerdo con el artículo 46 del Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México, todas las unidades que prestan el servicio de transporte público de pasajeros, incluyendo el Metro,  deben contar con una póliza de seguro de responsabilidad civil vigente, que ampare la responsabilidad civil por daños y perjuicio que con motivo de la prestación del servicio pudiese ocasionar a los usuarios o terceros en su persona o patrimonio.

Las letras chiquitas del seguro

Según el Grupo Mexicano de Seguros (GMX) es la empresa que opera la póliza del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro. La cobertura que mantiene es la de Seguros de Daños y Responsabilidad Civil, que además de amparar los daños materiales al Metro, también protege a terceros, incluyendo a pasajeros. Por este seguro se paga una prima mensual de 24 millones 867 mil 241, por una vigencia anual.

De acuerdo con el sitio oficial del metro, esta póliza será válida siempre y cuando el origen del daño sea consecuencia de las operaciones propias del Organismo o por falla en sus instalaciones, de conformidad con la legislación aplicable en materia de Responsabilidad o Daño Civil.

Ahí está el peine. La cobertura indispensable es la de Responsabilidad Civil, ya que que cualquier usuario que utilice este medio de transporte, y que sufra de algún accidente a consecuencia de las operaciones del Metro, debe recibir indemnización por asistencia médica; entre los gastos que se cubren son hospitalización, cirugías, enfermería, ambulancia, medicinas y prótesis. También se da una indemnización por incapacidad parcial, temporal y permanente. 

Aquí las letras chiquitas o lo oscuro de la póliza del seguro. Según los informes del Gobierno de la Ciudad de México el apoyo emergente de indemnización a los 26 muertos y más de 60 heridos por el accidente de la Línea 12 del Metro consta de un pago inicial de 50 mil pesos, cifra total de 350 mil pesos en la factura del seguro, que supuestamente Sheinbaum habría solicitado, en ese momento, se incrementara, al menos, a 650 mil pesos por póliza del Metro.

El mentado informe concluyó que el mortal accidente ocurrió debido a las deficiencias en el mantenimiento, provocando el colapso de un paso elevado de las vías y, sin duda, la conclusión del trágico accidente en la Línea Verde que corre de Indios Verdes hasta Universidad será similar, pues Sheinbaum Pardo reconocería, en diciembre pasado, que era de suma importancia brindarle el mantenimiento necesario por ser una de las líneas más antiguas que conforman el STC Metro. Como  siempre le digo, amigo lector, su opinión es la que cuenta.