La charrería fue declarada por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad desde el año 2016

Por: Arturo Paz, reportero de Nuevo México Plural/H. Cámara de Diputados

La Diputada Marcela Guerra Castillo, Presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, en su mensaje durante la sesión solemne con motivo del Día Nacional del Charro señaló, hoy estamos de fiesta porque conmemoramos el Día Nacional del Charro, ya decretado por el Presidente Abelardo L. Rodríguez en el año de 1934, para reconocer a las personas que hacen posible esta expresión cultural. La charrería fue también declarada por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad desde el año 2016.

La charrería surgió de una práctica natural producto de las faenas ganaderas, de la vida rural, de las actividades de los ranchos y para recorrer caminos, brechas y por las ciudades.

La Independencia y la Revolución se hicieron a caballo. El mismo “Caudillo del Sur”, Emiliano Zapata, fue arrendador y domesticador de equinos. También fue a caballo que Francisco Villa y sus “Dorados” realizaron muchas de las proezas que narra nuestra historia.

Como producto de nuestra cultura y en su calidad de actividad deportiva, la charrería plasma al charro montado en su corcel, proyecta el dominio y la habilidad del hombre para un arte ecuestre con dimensión identitaria, que incluye a las escaramuzas o mujeres charras.

Permítanme citar a un gran regiomontano, Alfonso Reyes, quien en un texto bellísimo llamado “Lucía y los caballos” de 1929 plasmó con tremendo colorido a la charrería, y cito: “Le hablé entonces de los caballistas mexicanos. Le hablé de los frenos y las espuelas de Amozoc, de las cabezadas de cuero y cerda de Sonora, de las reatas de Chavinda, de las suertes del lazo y del jaripeo, del coleadero de toros, de las fiestas, de las haciendas y de la Asociación de Charros que preside, en ese entonces, el Marqués de Guadalupe”. Fin de la cita.

La conmemoración del Día del Charro invita a celebrar nuestra historia y a proyectar nuestra identidad, presumirla y convertirla en orgullo por México, como lo hiciera Alfonso Reyes a través de su texto colorido.

A nombre de esta Cámara de Diputados, queremos felicitar a todos los charros y las escaramuzas presentes y también a los ausentes, que hay muchos, por su entrega, su pasión, por su amor a esta disciplina que, sin duda, son ejemplo para las próximas generaciones que desean conocer y valorar esta herencia cultural que nos distingue como país.

De igual forma, reconocemos al público entusiasta de este deporte, por su apoyo a este espectáculo. Sin ustedes, la charrería no tendría el brillo y la alegría que la caracterizan.

En este día, hacemos un llamado a todas y todos los presentes y a nuestra sociedad a no olvidar la importancia de preservar y fomentar nuestras tradiciones y valores. La charrería es una de las formas más bellas de la expresión de la mexicanidad, por lo tanto, debemos de trabajar juntos todos para asegurar su reconocimiento, su valor y su transmisión a las futuras generaciones.