¡Fallida política agropecuaria de 4T!

• México vive la mayor dependencia histórica de granos básicos y cárnicos en los últimos 40 años. 

• La estrategia populista alejo justicia social y económica en el campo. 

• Urgen agrónomos una gran reflexión de quienes pretenden dirigir los destinos del país.

Por Guillermo Pimentel Balderas 

Héctor Carlos Salazar Arriaga, productor, académico y dirigente agrario, enfatizó: “los agrónomos de México, al igual que muchos campesinos, agricultores y sus familias somos los más afectados por una errónea y fallida política agropecuaria”. 

Indicó que se han despedido a más de 18 mil agrónomos de diversas especialidades que laboraban en el sector público, prestadores de servicios profesionales, técnicos y expertos; además de extensionistas que atendían los programas para el campo: Los que laboraban en empresas privadas, que daban asistencia y acompañamiento técnico a los agricultores corrieron con la misma suerte. 

Responsable del escrito: “Dirigido a los campesinos y agricultores, a las candidatas a la presidencia de la República, al Poder Legislativo y a los Ciudadanos de la Nación”, que circula en los medios informativos y redes sociales y del cual nos proporcionó una copia, Salazar Arriaga expone que todo lo anterior ha creado una sobreoferta de agrónomos en el mercado laboral, lo que ha reducido los salarios, las prestaciones y ejercer en la informalidad pues, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO 2021), estima que de un total de 200 mil ingenieros agrónomos, se sitúan en el puesto 22 mil entre las licenciaturas con mayor porcentaje de estudiantes matriculados y egresados. 

Según datos de la Secretaría de Economía (DATA/MÉXICO) la fuerza laboral de Agrónomos durante el cuarto trimestre de 2023 fue 32 mil 900 ingenieros contratados, sólo el 16.45 % trabajando, cuyo salario promedió los $9,540 mensual, sólo por encima del salario mínimo promedio ($8,300), con labores de 45.8 horas a la semana.

“Son los agrónomos el conducto para llevar las nuevas tecnologías al campo, que permitan elevar la producción, productividad y rentabilidad con sustentabilidad; es un agente de cambio, aunado a los demás agentes económicos que están involucrados en el sector agropecuario y forestal; ellos dan la seguridad y el abasto de alimentos al pueblo de México”, enfatiza.

Consultado por este reportero al respecto del escrito, señaló que los agrónomos de México consideran que de continuar con la política que, desde los 90s han desaparecido dependencias, y ahora, lo que va de este sexenio populista, con la desaparición de más instituciones que atendían al sector agropecuario y forestal, el desarrollo desigual entre el campo y la ciudad, hace cada vez más lejano el anhelo de progreso y justicia social para el agro.

Confirma que con el Gobierno actual, el sector rural ha sufrido la eliminación de más de 24 programas y sus presupuestos, la discriminación hacia los pequeños y medianos productores que generan cosechas excedentarias comercializables; ha puesto en riesgo la seguridad alimentaria, el estatus Fito/zoosanitario, la capitalización de las unidades de producción, la inocuidad, el empleo y un desarrollo sustentable.

“Se han ideologizado las Políticas de ciencia, tecnología e innovación; se eliminaron las políticas de educación y de construcción de habilidades, el acompañamiento y asesoría desapareció; las políticas comerciales, para establecer competencia y de acceso a mercados internacionales van en franco deterioro y controversias; las políticas dirigidas a estimular los cultivos básicos y estratégicos se eliminaron para los productores con excedentes comerciales”, reafirmó”. 

En cuanto a políticas sectoriales de competitividad, fomento a las exportaciones y financiamiento, de plano, aseguró: ¡desaparecieron! “Es evidente, actualmente la inactividad y mediocridad de lo que queda de las dependencias federales y estatales que atienden al sector; es decir: “no está el campo en el Proyecto de Nación”. 

Inclusive, lamentó que los niveles de corrupción del pasado, han sido rebasados escandalosamente y puso como claro ejemplo SEGALMEX (DICONSA Y LICONSA), el desvío sin comprobación de más de 15 mil 311 millones de pesos detectado por la Auditoria Superior de la Federación. 

“El efecto de esta errónea política pública para el campo ya se ve reflejada en el principal grano básico y estratégico de consumo popular: el maíz; en 2018, se producían 27 millones 169 mil toneladas; para el 2022, cayó la producción a 26 millones 553 mil toneladas, y se estima que para el 2024, la cosecha se reduzca a 23 millones 700 mil toneladas (con datos de la misma Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, SADER); es decir, en el sexenio se cayó la producción de este grano en 3 millones 469 mil toneladas menos; 12.8 % caerá la producción nacional”, estimó. 

Por lo tanto, dijo que en consecuencia, la tan anunciada autosuficiencia y soberanía alimentarias se han convertido en la mayor dependencia histórica de granos básicos y cárnicos en los últimos 40 años. 

“México se ha constituido en el principal importador de granos básicos del mundo, 56% de lo que consumimos lo importamos, provocando que la población más necesitada esté agravado su condición de pobreza alimentaria y desnutrición, pues la inflación ha crecido”.

Y, no se diga la política de “seguridad” de “Abrazos No Balazos” que ha permitido la impunidad y la libertad al crimen organizado de extender sus fechorías y sus territorios, si mal antes, sólo era el trasiego de estupefacientes,  se suman ahora  el cobro de piso, cuotas de extorsión del delito a cosechas y movilidad de las mismas que, se ha convertido en práctica común afectando a los productores y también a los consumidores por el incremento de los costos, pues elevan el precio de los productos del campo al consumidor final pero, sobre todo, la inseguridad, desapariciones y cobro de vidas inocentes ajenas a estos grupos delictivos. 

Subrayó que los agrónomos de México, están dispuestos para colaborar en el Proyecto de Nación y atender a los nuevos retos y desafíos de seguridad alimentaria en los apartados de agricultura y ganadería sustentable, administración de riesgos, irrigación, suelos, tecnología e innovación, medio ambiente, financiamiento, mercados y comercialización.

Para ello, solicitan atención respetuosa a un diálogo abierto, participación activa y sobre todo, que los profesionistas del sector, sean los involucrados en la dirección, desarrollo y evaluación de cualquier política pública, proyecto, presupuesto para el campo y la sociedad rural. 

Los agrónomos convocan a una gran reflexión al Pueblo de México y a quiénes se postulan para dirigir a nuestro país en el Poder Ejecutivo y Legislativo pues, de continuar con el populismo (del actual Gobierno), será imposible lograr la justicia social y económica en el campo, la seguridad alimentaria deseada y un futuro sustentable para las generaciones futura de mexicanos.

Correo: guillermo.pumageneracion1979@gmail.com

==00==