El vacío institucional y los precios del café

Por Nidia Sánchez

El panorama incierto que viven los productores del café en el país tuvo una baja en el precio, por esto pobladores de Ocotitlán, municipio de Ixhuatlán del café en Veracruz, cerraron la noche del jueves los accesos a Ixcatla, Zacamitla, Opatla en medida de protesta porque les bajaron el precio de compra del café cuando hace una semana se pagaba a 20 pesos el kilo, la empresa Agroindustrias Unidas de México lo bajó a 12 pesos.

El monitoreo constante de cómo se mueven los precios del café es un trabajo necesario para un grupo de productores en Veracruz, ante el vacío institucional que no ayuda y además los ignora. Dos veces a la semana elaboran una tabla con los precios posibles a pagar en el café, es decir, lo que se paga contra lo que es posible pagar, explica el sociólogo Fernando Celis Callejas, asesor de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC).

A estas alturas no hay un padrón unificado, los programas de gobierno varían en las cifras. Los apoyos han resultado insuficientes.

La política pública y los apoyos fiscales deben centrarse en algo más que incrementar la producción, es necesario atender el tema de la comercialización del café y la promoción del consumo dando prioridad a mejorar la calidad.

El gobierno actual se comprometió a crear un organismo público para solucionar la problemática en el sector productor de café. La SADER no ha sido de ayuda. El apoyo fiscal que se da a los productores es un ingreso adicional para sobrevivir en los tiempos en que bajan los precios de compra.

Fernando Callejas afirma que desde la CNOC, organizaciones cafetaleras, el Sistema Producto Café Nacional continúan presentando propuestas de políticas que favorezcan a los productores.

Los precios son diferentes en países como Costa Rica, Brasil, donde dan prioridad a la calidad, contratan agencias privadas que son especialistas en monitorear los precios.

La mayor parte del café se exporta, la mitad a Estados Unidos y la otra mitad se queda México. En forma permanente Fernando Celis realiza el trabajo de cómo se mueve la Bolsa de Nueva York porque de eso dependen los precios en México, dólares, libras; hay una falla del 2 o 3 por ciento.

Del 6 al 28 de diciembre del año pasado hubo una baja en la bolsa de dos pesos con 40 centavos y hay quienes lo bajaron 3 y 4 pesos, lo detectamos y cuando lo bajan los compradores, ni el gobierno estatal ni el federal apoyan.

La mayoría de los productores no están organizados. En cada estado tendría que haber una comisión de precios del café.

Por otra parte, todo varía de acuerdo a la altura a la región donde se cosecha. La semilla de café debe tener el 12 por ciento de humedad porque así está reglamentado. Cuando inicia la cosecha y cuando avanza necesitan completar el quintal.

Se debería hacer una encuesta nacional en las 57 regiones productoras de café para conocer el precio que se puede pagar contra el que pagan.

Los intereses son con las empresas, así se comportan los funcionarios, dijeron que no habría privilegios y nos bloquean en todo, hemos hablado decenas de veces con la Secretaría de Economía, es absurdo, tienen miedo o no se quieren comprometer a ver los problemas. 

Nosotros tenemos las evidencias de que están afectando a los productores, lo hacen estas empresas porque lo pueden hacer, someten los precios del café pagándoles menos a los productores.

México vende a precio muy bajo el café. Costa Rica a 80 dólares y Colombia 50 dólares arriba. En México todo está muy suelto, las compañías hacen lo que quieren.

Se ve una acción concertada de algunas grandes empresas. Los productores señalan a AMSA y compradores ligados a la Nestlé los que encabezan esto y arrastran a los demás.

Justifican la baja señalando que no hay capacidad de beneficiado. Algunos dicen que no tienen recursos suficientes, lo cual parece un mal chiste que las grandes transnacionales no tienen recursos para comprar.

Los que brillan por su ausencia ante estos abusos son el gobierno del estado, la Secretaría de Economía y SADER. Es por esto la desestabilización económica y la inconformidad en productores de café.