Denuncian abusos, castigos e irregularidades en el Hospital La Raza

*** Inseguridad alrededor del hospital, afirmaron residentes

*** Dinámica de trabajo basada en miedo a represalias y castigos

Ignacio Arellano Mora

Residentes del primer año del Hospital de Especialidades “Antonio Fraga Mouret” del Hospital General la Raza, en la Ciudad de México, informaron, de seis residentes de primer año, tres fueron asaltados en menos de 6 meses: dos de ellos fueron incluso acuchillados en las inmediaciones del hospital y tuvieron que ser atendidos en la Sala de Emergencias del mismo, debido al riesgo al que los exponen por los horarios en los que les citan antes de las 5:00 de la mañana ante sus superiores.

Una residente más, agregaron, tuvo que renunciar a su especialidad y recibir tratamiento psiquiátrico por los abusos a los que fue sometida.

Más adelante, precisaron, siete días seguidos de jornadas y guardias nocturnas sin descanso y sin permisos para siquiera tomar tiempo para comer, “han resultado en deshidrataciones, desmayos y todo tipo de problemas en su salud”.

Los residentes del primer año del Hospital de Especialidades “Antonio Fraga Mouret”, del Hospital General La Raza, doctora Alejandra Obeso Pereda, doctor Haziel Sandoval Villaseñor, doctor Juan Carlos Del Rio Torres y doctor Miguel Ángel Carrillo González, denunciaron ante el Jefe de Residentes, el departamento de enseñanza del mismo y en la División de Estudios de Postgrado de la Facultad de Medicina, de la UNAM, una serie de graves abusos ejercidos por residentes de mayor grado académico dentro de la especialidad.

Mencionaron que no es la primera vez que esta problemática se da a conocer; existe el antecedente de dos residentes de esta generación que se vieron en la necesidad de ausentarse, e incluso desertar del servicio bajo los mismos argumentos que expusieron este jueves 5 de agosto, ante las autoridades

Entre los abusos a los que los residentes del primer año de neurocirugía en esta sede son la agresión verbal y física por parte de residentes de mayor grado, entre cuyos ejemplos destacan: disparos de solución salina a la cara con jeringas contaminadas durante procedimientos quirúrgicos; golpes en las manos con instrumental durante procedimientos; empujones, sacudidas y golpes; abuso verbal constante y humillación pública.

También, argumentaron, acoso laboral sistemático, según la definición del contrato colectivo de trabajo, que ha repercutido en sus vidas personales y académicas; horarios fuera de lo establecido por el contrato colectivo en materia a residentes de especialidades médicas; hora de entrada antes de las 5:00 am; jornadas de, en promedio 72 horas, sin respetar horarios de comida y descanso, y sin contar guardias.

Además, indicaron, salida del hospital condicionada por las exigencias del residente de mayor grado en turno, que pueden variar desde trabajo hasta extorsión; obligación de asistir los fines de semana, a pesar de no estar de guardia, sin gozar de días de descanso desde el inicio de la residencia; horas de salida y entrada en horarios peligrosos, sin respetar el memorándum dictado por el departamento de enseñanza.

“La hora de salida promedio es a las 12:00 de la noche, y los horarios en la madrugada, han resultado en incidentes que han puesto en peligro la vida de dos residentes del servicio”, acotaron.

Señalaron, el primero un residente de segundo año que recibió una herida por arma blanca en el muslo a inicios de ciclo; el segundo un residente de primer año herido en el abdomen por un arma blanca en junio de este año que fueron asaltados durante su trayecto a iniciar labores a las 04:30 horas.

CONSTANTE PELIGRO

Añadieron, la situación de inseguridad alrededor del hospital, junto con las horas de entrada y salida son un constante peligro para su integridad física.

*** La obligación de regresar al hospital a actividades laborales fuera de horarios establecidos, e incluso en horarios peligrosos, ante la llamada de un residente de mayor grado.

*** Castigos, o “medidas correctivas”, que están prohibidos por el reglamento, sin embargo, en este servicio son parte de la rutina. Existe un pizarrón en la oficina de neurocirugía con los nombres y castigos que cada residente tiene en un momento determinado. Esto es conocido y solapado por los médicos adscritos del servicio.

*** Extorsión por parte de residentes de mayor grado, siendo el último ejemplo, la orden de entregar un porcentaje de su reparto de utilidades, sin explicar el motivo o el uso que se daría a dichos fondos.

*** También, se les obligó a firmar bajo coerción de un documento, el cual no se les permitió leer, en contra de sus propios compañeros R1 de neurocirugía a principios del curso.

El caso concluyó en la renuncia del doctor Irving Yossimar Acevedo Agundez, la baja temporal e internamiento psiquiátrico de la doctora Cynthia Sofía Alba.

Declararon que están sistemáticamente en contra de todo lo que el departamento y contra ellos. En una segunda ocasión, se les hizo firmar bajo coerción un documento, que igualmente no se les permitió revisar, del cual, sólo supieron que era en contra del doctor Luis Javier Jara Quesada.

Por lo que consideraron necesario aclarar que ningún R1 de Neurocirugía avala dicho documento, ni formó parte de su redacción.

Afirmaron, la discriminación de genero por parte de residentes de mayor grado e incluso médicos adscritos del servicio, que contribuyeron a la baja temporal y tratamiento psiquiátrico de la doctora . Cynthia Sofía Alba.

*** Comentaron, los médicos adscritos del servicio, son quienes incentivan y propician dichos abusos y quienes ejercen sus castigos de manera indirecta por medio de residentes de mayor grado. La situación del departamento es sin lugar a duda de su conocimiento.

*** La amenaza constante de limitar su actividad quirúrgica como represalia a no cumplir con las exigencias y órdenes de los residentes de mayor grado. Se les ha limitado en múltiples ocasiones y por diversas razones, con las repercusiones que tiene sobre su desarrollo académico.

Además, a causa de los horarios que trabajan, no existe tiempo alguno para la lectura y expandir como debieran su conocimiento teórico.

DINÁMICA DE TRABAJO BASADA EN MIEDO

Por otro lado, los R1 de Neurocirugía expresaron, “comprender la complejidad del servicio, sus pacientes y su carga laboral a comparación de otros, y nuestra queja no va encaminada a la carga de trabajo, que hemos logrado cumplir entre los cuatro residentes restantes de esta generación”.

Sin embargo, agregaron, “no estamos de acuerdo en la dinámica de trabajo basada en miedo a represalias y castigos, en la que se basa el funcionamiento del servicio”.

Apuntaron, como médicos graduados, cada uno con cédula profesional, este trato es indigno, deplorable, y atenta contra nuestros derechos humanos.

Indicaron, “las condiciones en las que desempeñamos nuestras. labores han repercutido no sólo en nuestras vidas personales, si no también en la calidad de nuestro trabajo, con las consecuencias que esto conlleva sobre los pacientes”.

Advirtieron, están conscientes de las represalias que puedan surgir a futuro ante la entrega de este documento, dijeron, “esperan el apoyo por parte de las autoridades de enseñanza para prevenirlo, ya que no quieren ver limitado su desarrollo académico dentro de esta especialidad”.

Señalaron también que no habían emitido una queja formal previamente por miedo a represalias, y por conocer el antecedente de sus compañeros R1, cuyos casos consideraron quedaron sin justa solución.

Resaltaron, “existen ya casos de residentes de mayor grado dentro del departamento a los cuales se les limita su práctica quirúrgica por haber acudido a enseñanza ante problemas similares”.

Mientras tanto, manifestaron, “la situación dentro del servicio ha escalado a un punto donde se ha tornado peligroso para nuestra integridad física, y no tenemos más opción que dar a conocer los abusos a los cuales hemos sido sometidos”.

En el documento, comentaron, “es buscar el apoyo de enseñanza, como autoridad en cuestión a residentes de especialidad, para hacer efectivo el reglamento y norma oficial mexicana en materia de residencias médicas.

Exigiendo, como parte de sus derechos como estudiantes de postgrado, que se cumplan y se respeten los derechos humanos de los médicos residentes del servicio; se elimine el sistema de castigos; respeten los horarios de trabajo establecidos por reglamento.

Asimismo, apuntaron, “nuestros médicos adscritos y profesor titular asuman el rol de autoridades académicas y morales que les compete y que se acabe con la discriminación de genero, evidente en el departamento; que exista una resolución justa para los casos de nuestros compañeros R1, que consideran no merecían el trato que se les dio”.

CARTA ENTREGADA

Los residentes de neurocirugía pidieron al departamento de enseñanza una resolución rápida y efectiva a los temas anteriormente expuestos, que no existan represalias en su contra ya que solo están exigiendo sus derechos básicos y plantearon que de no llegar a un acuerdo exigirán su cambio a una sede distinta, con la posibilidad de buscar aquella que mejor se acomode a nuestras metas académicas individuales.

La carta entregada al departamento de enseñanza del hospital, también fue enviada al Director del IMSS, Zoé Robledo, al director jurídico de la UNAM y al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, esperando que estas autoridades intervengan en el caso y apoyen a los jóvenes médicos.