AMLO, la creación de su Némesis y su antídoto

Por: Salvador García Juárez*

La intempestiva irrupción de Xóchitl Gálvez Ruiz en la escena política a ser la sucesora de Andrés Manuel López Obrador, ahora ya confirmada como la presidenciable del Frente Amplio por México (FAM), sin lugar a dudas ha generado expectación en el país, pero sobre todo en las estructuras partidistas de oposición que integran el FAM: PAN, PRI Y PRD, quienes ven con mucho optimismo en Xóchitl la figura de quien pueda enfrentar en las presidenciales del próximo año a Andrés Manuel López Obrador y Morena.

Antes de la aparición de Gálvez se daba por hecho en el oficialismo que el 2 de junio de 2024 iría a un día de campo. Hoy es un tema de verdadera preocupación para el presidente -por el crecimiento exponencial de Xóchitl en las encuestas-, al grado de considerar que la senadora hidalguense, puede ser en los próximos meses un rival más complejo que lo que el propio López Obrador subestimó.

No es raro ver al presidente descompuesto cada que habla de Xóchitl. La razón: la misteriosa señora “X” -como Andrés Manuel la bautizó- está solo a 15 puntos abajo en las encuestas de Claudia Sheinbaum. Además, a cada ataque del presidente viene un revire ingenioso de la senadora Gálvez Ruíz dejando al habitante de Palacio Nacional cada vez más acorralado y preocupado al grado de percibir en Xóchitl un fenómeno amenazante para la continuidad de la 4T en la presidencia, al grado de haberla convertido en su Némesis.

¿Quién era Némesis? 

Némesis es representada como la diosa griega que ejercía justicia, castigando sobre todo la desmesura o los excesos, recordando a los mortales que no pueden ni deben trastocar con sus actos, ya sean buenos o malos, el equilibrio universal. La diosa Némesis puede ser representada en “alguien” -¿Xóchitl?-, quien pasa a convertirse en artífice de su venganza, hablando en términos de la justicia retributiva. Es decir que la justicia que será ejercida deberá ser proporcional a la cantidad del daño causado por la ofensa. Como dirían en mi pueblo, con asombro: ¡Válgame San Crispín! 

El nombre de Némesis también se utiliza para representar a un archienemigo, o bien “un agente ineludible de la caída de alguien”-¿Será?- Es decir, todo lo anterior encuadraría perfectamente en la ley del Karma y su prontitud para: ¿el habitante de Palacio Nacional?

Recordemos que hasta hace unos meses Xóchitl Gálvez era solo una aspirante más a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Sin embargo fue el propio presidente quien la situó en su radar en las mañaneras, llenándola de burlas y descalificaciones. Esto solo logró hacer crecer a la hidalguense ante la opinión pública hasta convertirla en toda una Rock Star.

La decisión del presidente de darle con la puerta en las narices a la combativa senadora en su mañanera, negándole su derecho de réplica, exigido por la Suprema Corte -fiel a su costumbre de evitar evidenciar sus errores- solo logró capturar la atención de la ciudadanía en la dama del Huipil. Además, Gálvez ha sido muy hábil para desactivar los misiles que le envía el habitante de Palacio Nacional cada mañana y mejor aún para regresárselos catapultados. De esta manera Xóchitl, crece más y más gracias al mismísimo López Obrador.

La senadora albiazul en tan solo un par de meses ha logrado no solo arrebatar la agenda, la narrativa y hasta el protagonismo al inquilino de Palacio Nacional. Esto le ha traído muchas simpatías y muestras de apoyo en todo el país, lo que ha generado la percepción en amplios sectores de la población de que es posible arrebatar a Morena la presidencia de la República en 2024.

El presidente Obrador tiene muy claro, que si bien en este momento las encuestas favorecen a Morena con un cómodo margen para ganar la contienda presidencial, la ventaja entre Claudia y Xóchitl se ha reducido. Pero de continuar la tendencia de crecimiento de Gálvez Ruíz en las encuestas, en corto tiempo ni Claudia, ni mucho menos Adán Augusto -plan A y plan B- tendrán nada que hacer frente a Xóchitl, poniendo el triunfo de la 4T en peligro, por lo que solo quedan algunas horas para que AMLO rectifique su decisión a favor de Marcelo

El guiño que Xóchitl Gálvez ha lanzado a Movimiento Ciudadano (MC) de Dante Delgado, quien se mantiene en su intención de ir por separado al Frente Amplio por México, ha hecho clic en el gobernador de Jalisco Arturo Alfaro, quien representa más del 60% de votos de MC, lo que apunta que tanto la senadora albiazul como Alfaro podrían concretar la alianza.

La lógica es sencilla. La ahora candidata del FAM necesita los aproximadamente 10 puntos que representa el partido de Dante para asegurar su triunfo y, el gobernador Alfaro necesita los votos del FAM para preservar el triunfo en su estado para su sucesor. De concretarse la alianza, -con los votos que proporcione Alfaro- en automático vuelve a Xóchitl no solo más competitiva frente a Morena y sus aliados, sino la acercaría peligrosamente a Sheinbaum.

El antídoto contra la Xochiltmanía

La presidencia de la República no solo es asunto de simpatías, ocurrencias o de la emoción que la hidalguense ha generado en amplios sectores de la población, sino de propuestas, soluciones y lo más importante de un proyecto de estado que convenza a la ciudadanía. En todo eso Marcelo Ebrard Casaubon ha demostrado ser el más consistente y el mejor calificado, además de ser un verdadero estratega, lo que lo diferencia entre todos los demás candidatos.

Marcelo encarna la imagen presidencial, por su conocimiento sobre los temas neurálgicos que preocupan a los mexicanos; por sus propuestas, por sus argumentos y, por su habilidad discursiva, la cual va a necesitar para enfrentar a Xóchitl -en caso de ser necesario-. Se trata de un político muy inteligente, el mejor capacitado y con visión de estadista. Ebrard Casaubon es el único que puede conjurar desde la 4T la Némesis que el mismo presidente ha creado y salir victorioso. 

La posible ruptura de Marcelo con Morena aun es incierta y, dependerá de los resultados que arroje la elección interna ante la inevitable cargada que se ha evidenciado a favor de Sheinbaum. Sin embargo, hay que reconocer que para el carnal, fuera de Morena, el panorama se ve muy complicado: Mientras Xóchitl Gálvez ya amarró la candidatura del FAM y, está próxima a engullirse una buena parte de Movimiento Ciudadano, el gran aspiracionista a presidenciable Ebrard, tendría que conformarse con solo una pequeña parte de la franquicia de Movimiento Ciudadano, lo que le complicaría mucho el inicio de su campaña.

Si el ex canciller decide aparecer en la boleta el día de la elección, tendría que negociar con Xóchitl y los presidentes de PAN, PRI y PRD el compromiso de que, llegado el momento, esta declinara a su favor, siempre y cuando demostrara que es mejor candidato que Xóchitl. En caso contrario sería él quien tendría que declinar a favor de Xóchitl, con tal de arrebatarle el triunfo a Morena y terminar con la aspiración a Maximato de AMLO. De no concretarse este acuerdo la elección tendría que definirse con el triunfo de alguna de las tres fuerzas: Morena y aliados, FAM y Xóchitl o MC y Marcelo, beneficiando a Morena al dividir el voto opositor.

A ello hay que agregar que tanto Marcelo como Xóchitl tendrán que enfrentar demandas legales ante tribunales, como parte de la conjura urdida desde Palacio Nacional. Marcelo tiene dos procesos legales en su contra: uno de ellos es el de la línea 12, caso que aún no está cerrado y, un segundo por una serie de propiedades en posesión de Ebrard y su familia. En el caso de Xóchitl tiene en puerta tres demandas: dos en la fiscalía general de la Republica y una más en la fiscalía de la Ciudad de México. Tanto para Marcelo, como Xóchitl resulta preocupante el tema, ya que es previsible que con tal de detenerlos en la carrera presidencial, estos expedientes sean utilizados para descargar toda la furia del presidente.

AMLO, su Karma inició con la designación de su consentida Sheinbaum, pero su Némesis podría culminar con la posibilidad de triunfo de su archienemiga Xóchitl Gálvez o de Marcelo Ebrard -en caso de su salida de Morena-. Ebrard y Gálvez representan la esperanza de millones de mexicanos que tienen muy claro que temas como inseguridad, economía, desaparecidos, fosas clandestinas, corrupción, impunidad etc., etc., deben de cambiar por el bien del país. Si no, al tiempo.

* Presidente del Consejo Nacional de Defensa a la Ciudadanía A.C.